domingo, 22 de enero de 2012

PALABRA DE DIOS: NOÉ

     Génesis, capítulo 5 al 9.

  Set engendró a Enós, que engendró a Cainán, que engendró a Mahalalel, y así por varias generaciones hasta llegar a Noé.
  Para la época en que Noé tenía seiscientos años —un pibe, todavía le faltaban trescientos cincuenta para morir—, los hombres se habían multiplicado sobre la faz de la tierra y eran todos hijos de puta, toda imaginación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todos los días. Una mierda.
   Y pesóle a Jehová el haber hecho al hombre en la tierra, y afligióse en su corazón. Porque el Dios de aquel entonces solía arrepentirse de sus acciones. No era el Dios infalible que inventaron siglos después los cristianos. Era un Dios más humano, más parecido al Zeus de los griegos, al Júpiter de los romanos. Caprichoso e irascible. Visceral. Y lo que creaba con una mano, lo destruía con la otra.
   Raeré al hombre que he creado de sobre la faz de la tierra, dijo, desde el hombre hasta la bestia, hasta el reptil, y hasta el ave de los cielos, porque me pesa el haberlos hecho.
   No sé si los animales de esa época también eran todos hijos de puta o si los pobres solo la ligaron de rebote.
  Mas Noé halló gracia en ojos de Jehová, porque era varón justo y perfecto entre sus contemporáneos. Por eso Dios le anunció la que se venía.
   He aquí que yo voy a traer un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir de debajo del cielo toda carne que tiene en sí aliento de vida; todo lo que está en la tierra, morirá.
   Y le encomendó que fabricara un arca de madera para salvarse él, su familia —mujer, hijos y nueras— y dos ejemplares de cada especie animal.
   De algunos animales —los limpios, los aptos para el sacrificio—, Noé debía llevar algunos de sobra para matarlos después. (1) Pobres inocentes, por un momento creyeron haberse salvado.
   Hizo Noé conforme a todo lo que le había mandado Jehová y fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las ventanas de los cielos fueron abiertas; y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. Crecieron las aguas y todo lo que tenía en sus narices soplo de aliento de vida, de cuanto había en la tierra seca, murió.
   Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días, por si algún hijo de puta estaba aguantando la respiración.
  Cuando se hubieron retirado las aguas, Dios le chifló a Noé para que saliera del arca. Y, para que Dios se pusiese contento, Noé mató a los animales que había traído de sobra.
   Y olió Jehová el olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; ni volveré más a herir a todo viviente, como acabo de hacerlo. (2)
   Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos —a las mujeres no, claro—, y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra.
   Otra vez, a garchar que recomienza el mundo.
  Y les prometió que nunca más exterminaría a la humanidad con un diluvio. (3) Supongo que la próxima vez será con fuego o a puñetazo limpio. Y como señal de ese pacto, creó el arcoíris.
   Estará pues el arco en la nube, dijo, y yo lo miraré, para recordar el pacto perpetuo entre Dios y toda alma viviente de toda carne que hay sobre la tierra. (4)
   Si no fuera por ese ayuda-memoria, el viejo gagá nos habría aniquilado unas cuantas veces más.
   Lo último que nos cuenta la Biblia sobre Noé es que un día se puso en pedo y se desnudó. Y que uno de sus hijos, Cam, lo vio en pelotas y se lo contó a sus hermanos, Sem y Jafet. (5)
   La cosa es que cuando el viejo se recupera de la borrachera y se entera de esto, se re calienta y maldice a la descendencia de Cam.
  Parece un poco desproporcionado. Se ha discutido mucho sobre este episodio de la Biblia, sobre cuál fue la falta que hizo a Cam merecedor de tamaña maldición. Si leemos textualmente el pasaje, no se entiende la reacción de Noé, salvo que fuera fruto de la resaca. Se han hecho variadas interpretaciones. Algunos dicen que Cam, simplemente, se burló de la desnudez de su padre. Otros dicen que, aprovechando la ocasión, se lo empernó.
   Sea como sea, el hecho es que Noé condenó a la descendencia de Cam a servir por siempre a la descendencia de sus hermanos. (6)
   De este modo, la Biblia aprueba la opresión de un pueblo a otro. A todo enemigo del pueblo hebreo se le inventa un origen abyecto, como veremos también, más adelante, en el caso de los hijos de Lot.
  Así como, posteriormente, el Nuevo Testamento se utilizará para demonizar al judío.

      (1) Génesis 7:2
      (2) Génesis 8:21
      (3) Génesis 9:11
      (4) Génesis 9:16
      (5) Génesis 9:21, 22
      (6) Génesis 9:25

10 comentarios:

  1. Sería un dios imperfecto pero como zeus no hay: se garchaba a todo el mundo, literalmente, era un hijo de mil puta jajaja

    muy buena la entrada!

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  2. Lo de Cam y mofarse del padre desnudo, si mal no recuerdo haber leído por ahí, dicen que lo escribieron para justificar la esclavitud: los pueblos esclavos eran todos descendientes de Cam.
    De todos modos no entiendo, me parece mas cercano a un pecado ponerte borracho delante de tus hijos que reirte del pito corto de tu padre.

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  3. (qué linda línea esta: "toda imaginación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todos los días" -pensamientos del corazón.)
    La Biblia aprueba la opresión de un pueblo y los divinos exterminios, que son peores que todas las catástrofes naturales juntas- por eso todo lo que siguió. :S

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  4. Me encantaaaaa cuando escribís con la Biblia. Genial, genial!! Insisto en que se enseñe tu delicada mirada e interpretación en las escuelas religiosas..
    Sludos!!

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  5. El pato Bonavides: ¡Gracias! ¡Me alegro de que te haya gustado!
    Zeus se la come, blasfemo: Jehová se la da.

    Señor Potoca: Eso es lo que digo, muchacho: los descendientes de Cam fueron condenados por Noé (o por Dios, a través de Noé) a ser esclavos de los descendientes de sus hermanos.
    Para mí que no se rió del pito corto, Potoca. Para mí que se lo empernó.
    Y por más borracho que esté tu padre, no está bien empernártelo.
    O sí. No sé. No me caen muy bien los borrachos. Sobre todo cuando son padres.

    Ramita: ¡Gracias!
    ¡Bienvenida!
    ¡Saludos y gracias por pasar!

    diana bz: A mí también me gustó esa línea. Entre toda la sangre y las iniquidades, cada tanto le encontrás algún toque de poesía a este libraco.
    Según la Biblia, las catástrofes naturales TAMBIÉN son divinos exterminos. Y el hombre, inicuo, los tiene todos merecidos.
    Abrazo y gracias por pasar.

    Ariadna: Te vas a ir al Infierno conmigo, blasfema.
    Respecto a las clases, ¿finalmente hablaste con el párroco de la iglesia de tu barrio?
    Si le cabe mi onda, chiflame.
    Abrazo y gracias por pasar.

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  6. Me encanta esta serie de entradas! Trata dos temas que me preocupan muchísimo: la religión y garchar (NO con viejos de 600 años, espero se entienda)
    Ojalá siga, si se puede hacer algún pedido como si fuera una radio de cuarteto: el libro de Job está bueno porque Dios se pone bastante hijo de puta, y mi escena preferida del Antiguo testamento, cuando la boluda de la mujer de Lot se transforma en estatua de sal por curiosa y por las dudas después las hijas de Lot se lo garchan en pedo (se ve que en la época estaba de moda).
    Realmente buenas entradas. Un gusto volver después de larga ausencia

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  7. ¡Y un gusto para mí el leerte por aquí de nuevo!

    Me alegro de que te guste mi Biblia masticada. Tiempo al tiempo, Mateo, que voy por orden cronológico. Para Sodoma y el incesto de Lot falta poco, un mes aproximadamente. Pero para Job, la llaga viviente, falta bastante.

    Otra cosa, este blog no discrimina las orientaciones y preferencias sexuales de nadie. Podés garcharte los viejos de seiscientos años que gustes. Sólo te sugiero que uses condón.

    Abrazo grande.

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  8. Fíjese que al citar el verso Génesis 6:7 copmetió un error de tipeo y dice Raeré en lugar de Borraré

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  9. Las palabras varían según la traducción. La Biblia que yo tengo dice «raeré», y así lo prefiero.

    Raer, según la Real Academia Española, es: Extirpar enteramente algo, como un vicio o una mala costumbre.
    O como el hombre de sobre la faz de la tierra, agrego yo.

    Borrar lo hace cualquiera: vos, yo... Con una tecla de la compu.
    Raer, en cambio, sólo el todopoderoso.

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