Levítico, capítulo 5 al 26.
En Levítico encontramos más leyes. Destaco las siguientes:
- Si tocabas un sorete, debías expiar el pecado llevándole al sacerdote una oveja o una cabra para que la mate. (1)
- Estaba prohibido comer murciélago. Y los hebreos creían que el murciélago era un ave. (2)
- Si comías una morcilla, eras destruido. (3)
- La mujer que paría quedaba inmunda. Si paría un niño, quedaba inmunda por siete días. Si paría una niña, por dos semanas. (4)
- No te acostarás con varón del modo que uno se acuesta con mujer. Es abominación. (5)
La Biblia no dice nada sobre mujeres que se acuestan con mujeres.
¡Bienaventuradas las tortas!
- Tocante a tu ganado, no harás ayuntar dos animales de especies distintas. No sembrarás tu campo con mezcla de dos clases de semillas. Vestido tejido con mezcla de dos materiales distintos, no te lo pondrás. (6)
¡Nada de diversidad!
- No raeréis los bordes de vuestra cabellera para darle forma redonda. (7)
De respetar a rajatabla las Sagradas Escrituras, Carlitos Balá y multitud de niños con peinado hongo, en los años 80, hubiesen muerto apedreados.
Convengamos en que eso no hubiese estado tan mal, en nombre del buen gusto.
- Los sacerdotes no podían ser ciegos, ni cojos, ni jorobados, ni enanos, ni eunucos, ni tener nariz aplastada. Tiene defecto. No sea que profane mis cosas santas. Feo. Caca. (8)
Cerraremos esta entrada con algunas amenazas de Dios a sus criaturas.
Si no quisiereis oírme ni cumplir todos estos mandamientos, y si rechazareis con desprecio mis estatutos y vuestra alma detestare mis leyes, traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la calentura, que os consuman los ojos y os hagan desfallecer el alma. Y sembraréis en vano vuestra semilla, porque el fruto se lo comerán vuestros enemigos.
Y pondré mi rostro contra vosotros, de modo que seréis heridos delante de vuestros enemigos, y os dominarán los que os aborrecen, y huiréis sin que nadie os persiga.
Y si ni aun con esto quisiereis oírme, volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.
Y pondré vuestros cielos como hierro y vuestra tierra como bronce. Y se gastará inútilmente vuestro esfuerzo, pues no dará vuestra tierra su producto, ni el árbol del campo dará su fruto.
Y enviaré sobre vosotros las fieras del campo, que os priven de hijos y que destruyan vuestras bestias, y a vosotros os reduzcan a pocos, y hagan solitarios vuestros caminos.
Y si aun con esto no quisiereis corregiros para volveros a mí, sino que anduviereis en oposición conmigo, yo también andaré en oposición con vosotros, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados.
Y traeré sobre vosotros la espada que ejecute la venganza de mi pacto quebrantado. Y os recogeréis dentro de vuestras ciudades; mas enviaré la peste en medio de vosotros, y seréis entregados en manos de vuestros enemigos.
Y si ni aun con esto quisiereis obedecerme, sino que siguiereis andando en oposición conmigo, entonces yo seguiré andando en oposición con vosotros en ardiente indignación, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados.
Y comeréis la carne de vuestros hijos, la carne de vuestras hijas también comeréis.
Y echaré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os detestará.
Y en cuanto a los que quedaren de vosotros, infundiré cobardía en sus corazones, de modo que los ponga en fuga una hoja que vuele. Y huirán como quien huye de la espada, y caerán sin que nadie los persiga.
Y desfallecerán en su iniquidad en las tierras de vuestros enemigos. (9)
(1) Levítico 5:3, 5, 6
(2) Levítico 11:13, 19
(3) Levítico 17:10-14
(4) Levítico 12:1, 2, 5
(5) Levítico 18:22
(6) Levítico 19:19
(7) Levítico 19:27
(8) Levítico 21:16-23
(9) Levítico 26:14-39