miércoles, 30 de marzo de 2011

SATURNO EN LA CASA TRES


    Posibles implicaciones de Saturno emplazado en la casa tres.

  La casa tres simboliza la esfera de lo intelectual, la educación, comunicación y movimiento.
   Saturno tiende a bloquear, obstaculizar, limitar la libre expresión de las casas en las que se emplaza. En la casa tres puede dificultar la facultad del individuo de comunicarse libre y espontáneamente.
   A menudo existe un miedo detrás de esta parálisis de la mente, muchas veces consecuencia de un entorno familiar temprano vivido como adverso o peligroso para la seguridad de la persona, y poco conducente, por ende, a una comunicación fácil y abierta. Como mecanismo de defensa, el niño se ha acostumbrado a encerrarse en sí mismo y al cabo de los años esto deriva en una merma de la capacidad de compartir sus pensamientos más íntimos. Lo que subyace a esto es un sentimiento de inadecuación y un temor a ser humillado, malinterpretado o incomprendido.
   En casos más extremos, al individuo le resulta enormemente difícil, incluso, participar de conversaciones triviales. Esto le traerá dificultades para integrarse en cualquier grupo. Y es probable que, por su actitud, sea visto por los demás como alguien altivo, arrogante o estúpido.
   Con Saturno en esta posición también puede darse un fenómeno de exceso de compensación. La persona puede «hablar por los codos», una aparente contradicción con la interpretación corriente de Saturno. Pero inevitablemente, la conversación abarcará todos los temas excepto los que realmente son de importancia para el individuo. Hablará mucho, pero pocas veces dirá realmente lo que siente. Está tan lejos de la comunicación como el individuo taciturno.
   Por las razones que acabamos de enumerar, suele suceder que quien tiene a Saturno en este emplazamiento tropiece con dificultades al comienzo de su educación y, en general, con la adaptación escolar.

   Material extraído de «Saturno: un nuevo enfoque de un viejo diablo», de Liz Greene y «Las doce casas», de Howard Sasportas.

viernes, 25 de marzo de 2011

BUENOS MUCHACHOS

   Con los guardaespaldas en el cogote. Buenos muchachos.
   Lápiz H.
   Año 2005.
   Dibujito hecho en alguna exposición, ya no recuerdo cuál, en el stand de la ya fallecida revista Acto Fallido.
   Dios la tenga en la gloria.
   Amén.

MADRE HAY UNA SOLA...

   ... PERO A VECES TIENE OCHO PATAS.
  CARNE CON ALAMBRE recomienda: vayan a visitar en Fundación Proa la exhibición Louise Bourgeois: el retorno de lo reprimido.
   Las obras son impactantes: te dejan como araña patas para arriba.
  Voy a etiquetar esto como Trastornos Psicológicos, porque la obra de Louise Bourgeois tiene mucho que ver con eso. Con la psicología y con el psicoanálisis en particular.
   Visiten y después me cuentan.

martes, 22 de marzo de 2011

HISTORIA DE MI PENE (Parte 1)

   ¿Por qué hablar de mi pene?
   ¿Por qué no?
   Es una parte importante de mi persona.
   Lo es de cualquier hombre, claro.
   Pero en mi caso —y en el de otros seguramente también— ha sido un eje importante de conflicto. Y como este ha comenzado siendo un blog de trastornos psicológicos, creo que es una buena idea hablar de mi pene.
   De adolescente, tenía problemas para relacionarme con mujeres. Era un muchacho timorato, de baja autoestima y con falta de confianza en su masculinidad.
   ¿Razones? Varias.
   Psicológicas: madre de alambre, padre débil —mi padre era una buena madre—, padrastro denigrante y cruel.
  Astrológicas (estoy estudiando astrología, de forma autodidacta por ahora —más adelante hablaré más de esto—): Sol en Virgo, Saturno en la casa tres —también en Virgo—, entre otros factores.
   Fisiológicas: mi pene.
   ¿Qué tenía de malo mi pene?
   Fimosis.
   ¿Qué es la fimosis?
   El prepucio demasiado largo y estrecho. El glande no sale a la vista.
   ¿Siempre es traumático para un niño tener fimosis?
   No necesariamente.
   ¿Por qué fue traumático en mi caso?
   Por incompetencia de los tres adultos a cargo.
   La seguimos después.

sábado, 12 de marzo de 2011

JAQUE MATE

   El rey ha muerto. ¡Que viva el rey!
   Jaque Mate.
   Tinta china.
   Año 2006.

MADRE DE ALAMBRE

Otra con animales: monos sin madre.

Criados en cautiverio. Estructura de alambre con forma de madre. Tiene tetas; el monito chupa y obtiene alimento.

Inconveniente: el alambre no acaricia.

Resultado: el animal se vuelve loco, claro, en eso consisten estos juegos.

Comportamiento extremadamente tímido. Dificultad para aparearse. Y —lo más interesante— cuando se siente hostigado, en vez de defenderse de su atacante, se muerde a sí mismo.

Después van un paso más allá, como siempre. Inseminan artificialmente a una mona sin madre y se fijan cómo se lleva con su hijo. No hay que ser científico para adivinar que va a tener dificultades para relacionarse con él. No le da ni cinco de bola. O cuando se le acerca mucho, lo faja. El nuevo monito crece con los mismos trastornos de personalidad que su madre sin madre.

¿Puedo culparte?

No, tu madre era de alambre.  

Sólo te cuento que, de tanto morderme el brazo, estoy llegando hasta el hueso.

CAZADOR DE RANAS

   Postal nocturna. Cazador de ranas.
   Tinta china.
   Año 2003.

martes, 1 de marzo de 2011

LA MADRE

   Era la mejor clienta del mercadito, y la que daba mejores propinas. Una mañana como tantas otras, la acompañé a su casa llevándole la mercadería. Hacía tiempo que se lo quería preguntar; pero cada vez que se presentaba la ocasión, me moría de vergüenza. Esa vez no ocurrió lo mismo, no sé por qué.
   Debe haber sido un milagro.
   —Hace tiempo que no se la ve a su hija por el mercadito… —le dije.
   —¿A cuál? —me preguntó.
  —A la más alta —respondí—. La de pelo castaño que tiene unas tetas así que dan ganas de chuparlas media hora.
   —Ah, Mariana…
  —Espero que no lo tome a mal, pero qué buenas tetas que tiene su hija…
   —Y… Salió al padre…
   Nos reímos. Me dio miedo de haberla ofendido.
  —No es por desmerecer a la petisa, eh… —le dije—. También está para darle, pero la otra es más mi tipo…
   —Qué se le va a hacer…
   —Y no nada más de adelante… De atrás también está bárbara su hija… El otro día estaba mirando una porno y me acordé de ella. Había una puta que tenía el culo como el suyo, todo redondo y paradito. Ojo, el de su hija está mejor; pero éste se le parecía muchísimo. Entonces me dije: «Hace tiempo que la hija de Doña Estela no pinta por el mercadito…».
   —Es que estamos en época de parciales. Se la pasa estudiando todo el día.
   —¿Qué está estudiando?
   —Odontología.
   —Va a ser una gran odontóloga su hija. Con ese culo, en cualquier cosa que haga le va a ir bien.
   Miró hacia el cielo.
   —Dios te oiga… —dijo.
   Proseguí.
   —Cómo la extraño a su hija… Me alegra las mañanas cuando viene al mercadito. Y más cuando me toca llevarle el pedido a mí. Ella siempre va adelante y yo aprovecho para mirarle el culito. Encima lo sabe mover, la muy puta… Para mí que eso lo aprendió de usted.
   Se rió.
   —Una hace lo que puede… —dijo.
   A esta altura ya me sentía en confianza.
   —No sabe las ganas que tengo de hacerle el orto a su hija —le dije—. Usted que la conoce, ¿entrega o no entrega?
   —Y… ¿Qué te puedo decir?… Tendrías que preguntarle a ella…
   —Es que me da un poco de vergüenza, ¿sabe? Si al menos supiera que tengo alguna esperanza…
  —Con probar no se pierde nada… —Llegamos a la casa—. Bueno, gracias por todo, Marcelo.
  —Gracias a usted, doña, por el consejo… Ahora, en una de esas, me animo y le pido el culo a su hija.
   —Vas a tener que esperar a que terminen los parciales.
   —Y bueh… me tendré que hacer la paja…
   Nos reímos. Nos saludamos y me fui tranqueando despacio.
   Para mí que la hija no entrega, pero Doña Estela no me quiso desanimar. Lo sospeché cuando en la esquina me di vuelta y la sorprendí mirándome desde la puerta.
   Sonreía con melancolía. Parecía una imagen de la virgen.