martes, 10 de abril de 2012

ABRAHAM ENTREGA A SU HIJO

        Génesis, capítulo 22.

   Abraham, persuadido por Sara —su mujer— y por Dios, había arrojado al desierto a su hijo Ismael junto con Agar, la esclava que lo había parido —otra que el padre de Hansel y Gretel—. Y se había quedado con Isaac —hijo suyo y de Sara—, con quien Dios había prometido establecer el pacto que antes había establecido con él. A saber: que le daría abundante decendencia y le haría padre de una multitud de naciones.
   Pasó el tiempo. Isaac creció. Y un día, Dios se le apareció a Abraham.
   —¡Abraham! —lo llamó.
   —Heme aquí —dijo él.
   —Toma a tu hijo, a Isaac, tu hijo único, a quien amas, y vete a tierra de Moría, y sacrifícalo en mi honor sobre un monte que yo te diré. (1)
 Después de lo que había costado este crío. ¡Años rezando, sacrificando vacas, dele que dele tratando de henchir y ahora esto! Pero sin dudarlo, al día siguiente, Abraham madrugó, partió leña para el holocausto, aparejó su asno, tomó a dos sirvientes suyos y a Isaac consigo, y partió hacia el lugar que Dios le había indicado.
    Al tercer día, Abraham alzó los ojos y vio el lugar de lejos.
    Dijo, entonces, a los sirvientes:
   Esperad aquí con el asno, mientras yo y el muchacho vamos allá, y adoraremos y volveremos a vosotros.
   Cargó la leña sobre Isaac, tomó el cuchillo y caminaron los dos juntos.
  ¡Encima de que lo iba a cagar matando, le hacía hacer el trabajo del burro! ¡Eso es un padre, carajo! ¡Tío de Lot, tenía que ser!
  Mientras andaban, el pibe, todo transpirado, la espalda doblada por el peso de la carga, se puso a hacer cuentas. Y había algo que no le cerraba.
   —¡Padre mío! —dijo.
   —Heme aquí, hijo mío —dijo Abraham.
  —He aquí el fuego y la leña —dijo Isaac—, mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
  —Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío —respondió Abraham, y siguieron andando en silencio.
   Díganme si esto no les recuerda a Graciela M y a mí caminando por Avenida Corrientes, yendo a Parque Centenario. Solo que Isaac era un poco más avispado que yo. Al menos, dudaba.
   Cuando llegaron al monte que Dios había indicado, Abraham construyó allí un altar, y ató a su hijo y lo puso sobre él. Luego, tomó el cuchillo para degollarlo.
   La Biblia no nos cuenta si Isaac lloraba, gritaba, imploraba o si estaba mudo de la sorpresa y el espanto.
   Pero antes de que el cuchillo tocara a Isaac, un ángel de Jehová llamó desde los cielos. Presentes en todos lados, son peores que la cana.
   —¡Abraham! ¡Abraham!
   —Heme aquí —dijo Abraham.
   —No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada —dijo el ángel—; pues ahora conozco que tú temes a Dios, ya que no le has negado a tu hijo, tu hijo único. Ahora podés mirar a la cámara, saludar a Dios y a todos los que te conocen.
  Entonces, Abraham alzó los ojos y, más allá de la cámara, vio a un carnero enredado por las astas en un matorral. Y tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Porque los carneros fueron hechos para ser asesinados en honor a Dios; esto no debe causarnos ningún remordimiento.
  Y Abraham llamó a ese lugar Jehová-yireh, que significa Jehová proveerá. Y de ahí viene lo que te dicen las viejas cuando te estás quedando sin guita. (2)
   Luego de que Abraham e Isaac mataron juntos al carnero, con lágrimas de alegría y de amor cubriéndoles el rostro, el ángel llamó por segunda vez desde los cielos y dijo:
   —Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has negado a tu hijo, tu hijo único, que bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo y como las arenas a la orilla del mar, y tu simiente poseerá la puerta de sus enemigos, por cuanto has obedecido mi voz.
  Porque así como Dios bendice a quien se humilla, también bendice la obediencia ciega.
   Y no me digan que no es gracioso que Dios jure por sí mismo.

     (1) Génesis 22:2
     (2) Génesis 22:14

9 comentarios:

  1. Ahí vamos. ¿Y luego? ¿Qué hizo Isaac?
    Yo que él lo hubiera agarrado al viejo (que era viejo, tenía como ciento veinte años,no?) y lo cago bien a patadas en el orto, lo ato al burro y me voy a la mierda porque no confío en un tipo que le hace caso a cualquier amigo imaginario que tenga (además está grande para eso).
    Si se quedó, merece que lo agarre otra vez pa'degollarlo por bobo.
    Además... ¿qué clase de recompensa es esa de multiplicar mi simiente? ¿Y a mí qué carajo me importa?
    Una mierda, Guillermo. Dos. Toneladas.

    ResponderEliminar
  2. Repito que me gusta más este Dios que el de más adelante: es celoso, desconfiado, violento, no es omnisciente, pone a los hombres a prueba y para que te quiera (y puedas tener muchos críos, que se ve que por entonces era lo único bueno que ofrecía la vida) tenés que humillarte y ser un sumiso del orto!... Este dios es un forro egoísta sádico del orto, como la mayoría de mis buenos amigos.
    Después, en el Nuevo Testamento, me lo deshumanizan con toda esa pajereada de la santísima trinidad y ya casi que ni aparece para molestar gente...

    ResponderEliminar
  3. despues de semejante pruba de amor abraham le compro la play 3 a isaac?

    ResponderEliminar
  4. Yo entendí todo menos lo del carnero enrededado en el matorral. ¿Pa'que lo mató? Pobrecito. ¿No era suficiente con volver a juntar los palitos, abrazar al hijo y volverse pa' las casas?

    ResponderEliminar
  5. que sútil manera de dominarnos desde la Biblia?

    La Iglesia, esa institución tan ´poderosa.

    ResponderEliminar
  6. Fanatismo! Abraham era un cagon que preferia matar al hijo antes que imaginarse una consecuencia (como su muerte)-. En fin lo detesto!

    Y si, la imagen de Isaac es muy similar... ya que estamos, como siguió eso con la señora?


    Besos


    Rami

    ResponderEliminar
  7. La mezcla del lenguaje bíblico con trechos en porteño puro, me parecieron magníficos.
    Dios bendice todo lo que le viene bien, por eso no creo en dios. Bueno, tampoco en el hombre, pero ese es otro tema.
    Un saludo y gracias por pasar por allá.
    Un saludo.
    HD

    ResponderEliminar
  8. Si la vida de Isaac dependía de la eficiencia de un ángel puntual muestra a las claras que estamos en el horno. Con los kilombos sindicales que hay en cualquier momento la gente empieza a morir como moscas. Muy bueno!

    ResponderEliminar
  9. Gabriela: En el lugar de Isaac, además de a mi padre, yo lo hubiera cagado a patadas en el orto al ángel y a Dios. A ver si aprenden.

    Mateo: Oh, qué amigos que tienes... ¿También lanzan bolas de fuego?

    José Gabriel: No, lo conformó con un sánguche de carnero.

    Señor Potoca: Jajaja. Qué inocente que resultaste. Que estén a punto de matar a alguien en su honor y después no lo hagan, para Dios, es como para vos que una mina te baile en tanga restregándote el culo en la jeta y después se niegue a que le toques un pelo. ¿Se entiende el concepto?
    Si después de eso se te cruzara un carnero, de seguro te lo empomarías.
    Como Dios tiene gustos distintos a los tuyos, necesita que lo maten ante él para saciar su deseo mayúsculo.
    Espero que lo hayas entendido.
    ¡Abrazo y gracias por pasar!

    Karina: No te dejes dominar por la Biblia. Todo lo que ella te diga, hacelo al revés.
    Amén.

    Ramita: Me parece que, lamentablemente, lo de Abraham va más allá del miedo a la propia muerte. Simplemente, Abraham obedece a Dios ciegamente, sin cuestionarlo. Dios ha dado, ahora Dios quita. Y se acabó. Obedece porque así debe hacerse. Sin pensar. Eso es lo que enseña la Biblia.
    Ya viste como siguió eso de la señora. Más adelante, verás más. Hay Biblia y Graciela para rato.
    ¡Besos y gracias por pasar!

    Humberto Dib: ¡Gracias por tu elogio!
    ¿No creés en el hombre?
    Es un animalito que anda en dos patas y con ropa. ¡Nuestra ciudad está llena!
    ¿Nunca te cruzaste uno?
    Bienvenido, Humberto.
    Gracias por pasar.

    Dany: Sí, y en nuestra ciudad, con los cortes de calles y los embotellamientos, a los ángeles se les complicará mucho más. Yo diría que si Dios nos pide que matemos a alguien, esperemos 72 horas prudenciales antes de hacerlo.
    ¡Abrazo y gracias por pasar!

    ResponderEliminar