domingo, 20 de mayo de 2012

FIN DE SEMANA SALVAJE

—Si no entendés algo, lo primero que tenés que hacer es golpear, por las dudas —me dijo una vez Ulises M—. Eso es lo que hago yo.



Año 98. La relación entre Ulises y Silvana, mi hermana, recién comienza. La relación entre mi madre y Raúl está terminando. Un vínculo que tarda mucho en acabarse, un proceso tan arduo como quitarle una muela a un dogo.

Camet, en las afueras de Mar del Plata. La casa a la que pretendimos mudarnos, pero en la que solo vivimos unos meses. Una historia larga y aburrida que no viene al caso. Baste saber que para la época de este relato ya no vivimos ahí; pero Raúl y mi vieja, ya separados, van a la casa a terminar de arreglar algunos asuntos. Con ellos, viajan Vanina —mi hermana más chica, hija de Raúl y mi madre—, Silvana y Ulises. Yo no voy con ellos porque estoy trabajando en el negocio de mi tío hijo de puta. Ya les hablaré de él.

Primer día, jornada pacífica. Tiempo lindo, asado al aire libre, a cargo de Raúl.

El día siguiente no comienza tan bien. Discusión matutina entre Raúl y mi vieja. Discusión es pelea. Pelea con gritos e insultos. No es la primera. Podrían llenarse las páginas de una biblia con los episodios de este tipo protagonizados por ellos desde el inicio de su relación hasta el momento del relato. El elemento que hace la diferencia entre esta discusión y otras anteriores es el animal que duerme, inquieto, en la habitación de al lado.

Mi madre, vapuleada por Raúl, en su desesperación, tiene el impulso de pedir ayuda a su yerno. Ustedes y yo sabemos de sobra el único significado que este sujeto le da a la palabra ayuda. Mi madre no lo imagina. Oh, todos hablamos castellano; pero qué diferentes usos les damos, a veces, a las palabras. ¿Qué pretendía mi madre? ¿Qué intercedan por ella? ¿Contención emocional? Algo así. A buen puerto fuiste por leña.

Mi madre irrumpe en la habitación de Ulises y Silvana.

Los gritos y el llanto de mi madre despiertan a Ulises de su sueño intranquilo.

Ulises no entiende.

Como no entiende, golpea.

Si no golpea a mi madre es porque alcanza a captar la palabra Raúl. Eso redefine el target.

El primer golpe no es muy fuerte, un puñetazo en ayunas.

—¡¿Qué hacés, loco?! —exclama Raúl cuando se recupera de la sorpresa. Se dirige al teléfono—. ¡Voy a llamar a la policía!

Esta vez, Ulises entiende.

Como entiende, golpea.

Este golpe es fuerte, hace sangrar.

Ulises ve la sangre y juzga que es suficiente. Suelta a la presa.

Raúl toma su maletín y la mano de su hija —diez años, testigo de toda esta violencia—, y huye.

Atraviesa el terreno extenso que separa la casa de la tranquera que da a la calle. Ahí encuentra al vecino de al lado, estirando las piernas, tomando aire fresco. Y decide pedirle ayuda.

A buen puerto fuiste por leña vos también.

Desde que Raúl instaló en nuestro patio una antena de varios metros de alto para su emisora radial, este hombre es su enemigo declarado. Ahora se limita a escuchar sus palabras en silencio, el rostro impasible. Raúl mira hacia la casa. Ve acercarse a Ulises, a paso mecánico, como Terminator, y pone pies en polvorosa.

Ulises saluda al vecino con un apretón de manos firme y se presenta. Da su versión de los hechos, vaya uno a saber cuál.

—No te preocupes, pibe —dice el vecino—. Si alguien me pregunta algo, digo que se golpeó la jeta con una tabla.

Nadie a quien le haya contado, en su momento, que habían golpeado a Raúl se apenó. Yo tampoco. Hoy día veo esta historia con otros ojos, como tantas de esa época y anteriores, llenas de violencia.

A la hora de explicar qué razones había tenido para golpear a Raúl, Ulises argumentaba con sencillez.

—Era un gil. Se la daba de asador y la carne estaba cruda.

8 comentarios:

  1. Ay! Ulises, es desagradable pero no como Graciela M, mas bien es un cavernicola con razonamientos básicos y nada mas... la carne estaba cruda jajajaj!!


    Besos!

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  2. " —Era un gil. Se la daba de asador y la carne estaba cruda."
    jajaja me mató la frase...
    Si no entendés, golpeás, si entendés, golpeás... bien... tranqui el muchacho...

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  3. yo hubiera hecho lo mismo lo hubiera golpeado por la carne cruda, el asado mufeado no se puede comer

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  4. Me interesa la parte en que decís que la ves con otros ojos ahora. Eso es lo mejor.
    La carne no se mancha.

    Abrazo

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  5. Interesante documento antropologico de Ulises el Homo Habilis, descomunal tarea la de desayunar a alguien de una trompada, siempre con la premisa "pega primero, si queda conciente, pegale otra, cuando quede K.O. hacele las pregustas de rigor"

    Gracias por pasar siempre, he vuelto (pero no se por cuanto tiempo)

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  6. Ramita: Oh, Graciela no era como Ulises, es verdad: ella no le hacía asco a la carne cruda... (!!!)
    ¡Abrazo y gracias por pasar!

    Dana Eva: Pensá que es lo más práctico que hay: no tenés necesidad de pensar. Pase lo que pase, golpeás. Punto.
    No pienso. Golpeo. Luego, ¿existo?

    José Gabriel: ¿Te parece?

    Dany: Sí, hoy día veo muchas cosas con otros ojos.
    ¿La carne no se mancha?
    ¡Abrazo y gracias por pasar!

    Juan Pérez: Oh, pero no era un Homo muy Habilis... Era más bien Toscus.
    Oooohjojojojo...
    ¡Gracias por pasar vos también! Me alegro de que hayas vuelto y espero que te quedes por un tiempo, al menos.
    ¡Abrazo!

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  7. es increíble como se naturaliza la violencia, física y verbal.
    a veces hablo de episodios similares y acá los niegan. perder la memoria debe ser un efecto secundario.
    no tengo mucha idea de como mover el blog, pero muchas gracias por leer.
    un beso, carne con alambre.

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  8. Perder la memoria debe ser un efecto secundario, sí.
    Lamento que te hayas sentido identificada, jajaja.

    El blog lo podés mover visitando otros blogs y haciendo comentarios en los que encuentres afines a lo que hacés vos. Así es como yo logro que se sume gente al mío. La gente entra por curiosidad y cuando les gusta, se quedan.
    Y te sugiero que actives la opción de seguir tu blog, para que te aparezca al costado. Es una forma de que el que pase una vez recuerde cómo volver.
    Escribís muy lindo. Tenés un buen blog. Sería lindo que más gente lo descubra.

    ¡Abrazo y gracias por pasar!

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