lunes, 24 de septiembre de 2012

DIOS TIENE UN PROGRAMA EN UTILÍSIMA

    Éxodo, capítulo 24 al 31.

  Luego de que Dios le hubo transmitido los mandamientos y las otras leyes, Moisés bajó del monte Sinaí y se reencontró con los suyos. Y refirió al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas sus leyes. Y respondió todo el pueblo a una voz: «¡Nosotros haremos todo cuanto Jehová ha dicho!».
  Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová en un libro, y los hebreos mataron muchas vacas en honor a Jehová. Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. (1) Y la sangre que había en los tazones, la roció sobre el pueblo. (2)
   ¡Entre el desgarro de vestiduras y esto, no hay ropa que dure!
   Después, Dios le chifló a Moisés y le pidió que suba al monte de nuevo. (3) Y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
   ¿Haciendo qué?
   Recibiendo instrucciones de cómo construir un santuario para Jehová.
   —Conforme a todo lo que yo te muestro, el diseño de la habitación y el diseño de todos los utensilios, así lo harás.
  Porque Jehová es un dios que le da mucha importancia a este tipo de cuestiones. Los que acusan a la Iglesia, con su Vaticano repleto de oro, de no ser consecuente con lo que se promulga en las Sagradas Escrituras no han leído entero en Viejo Testamento. Se han quedado con la historia del flaco ese que andaba en harapos diciéndole a la gente que abandonara sus bienes materiales. Pero ese personaje aparece recién en la última temporada, y los guionistas son otros.
   Por empezar, Dios quiere mucho oro. Un arca de madera para guardar las tablas de la ley, cubierta de oro. (4) Las varas para transportar el arca, cubiertas de oro. (5) Arriba del arca, dos angelitos de oro. (6) Una mesa de oro, platos de oro, cucharas de oro, copas de oro, tazas de oro, un candelabro de oro. (7)
  Además, a la hora de describir el diseño de los elementos, es un obsesivo.
   —Harás un candelabro de oro puro —dice—. Su tronco y sus brazos, sus copas, sus globitos y sus flores serán de lo mismo. Y habrá seis brazos saliendo de sus dos lados: tres brazos del candelabro de un lado de él y tres brazos del candelabro del otro lado de él. Y tendrá en cada brazo una serie de tres copas en forma de flores de almendro, cada una con un globito y una flor. Mas en el tronco del candelabro habrá una serie de cuatro copas en forma de flores de almendro, con sus globitos y sus flores. De manera que habrá un globito debajo de dos de los brazos que salen del tronco, y un globito debajo de otros dos de los brazos que salen de él, y un globito debajo de los dos brazos restantes que salen de él, conforme al número de los seis brazos que salen del candelabro. (8)
   O:
   —Harás también sobre el pectoral cadenillas, a maneras de trenzas, de hechura ensortijada, de oro puro. Y harás sobre el pectoral dos anillos de oro y fijarás las dos cadenillas de oro ensortijadas a los dos anillos, en los extremos del pectoral. Y los otros dos extremos de las dos cadenillas ensortijadas los pondrás sobre los dos engastes y los fijarás sobre las hombreras del efod, por su parte delantera. Y harás otros dos anillos de oro y los pondrás sobre los dos extremos inferiores del pectoral, en el borde que está hacia el revés del efod, por el lado de adentro. También harás dos anillos de oro y los fijarás sobre las dos hombreras del efod, hacia abajo, por la parte delantera de ellas, cerca de su enlace, por encima del cinto del efod de labor primorosa. Y atarán el pectoral por medio de sus anillos a los anillos del efod, con un cordón de Jacinto, para que permanezca sobre el cinto del efod de labor primorosa; y no se ha de separar el pectoral del efod. (9)
   A mí no me joden. Seguro que Moisés llevaba encima una birome y una libretita. Si no, no hay manera de que haya podido acordarse de todas estas pelotudeces.
   Dios no deja nada librado al azar. Detalla, incluso, como han de ser los calzones de sus sacerdotes.
   —Harás también para ellos calzoncillos de lino blanco, para cubrir su desnudez. Alcanzarán desde los lomos hasta los muslos. Y los llevarán Aarón y sus hijos siempre que entren en el Tabernáculo de Reunión o cuando se lleguen al altar para ministrar en el Santuario, para que no lleven iniquidad y así mueran. (10)
   Y dio a Moisés, al acabar de hablar con él en el monte Sinaí, las dos Tablas del Testimonio. Tablas de piedra, escritas con el dedo de Dios.

      (1) Éxodo 24:5, 6
      (2) Éxodo 24:8
      (3) Éxodo 24:12
      (4) Éxodo 25:10, 11
      (5) Éxodo 25:13
      (6) Éxodo 25:18
      (7) Éxodo 25:23-29, 31
      (8) Éxodo 25:31-35
      (9) Éxodo 28:22-28
      (10) Éxodo 28:42, 43

9 comentarios:

  1. Cuarenta dias y cuarenta noches......para mi que Moisés se tomó unas vacaciones en alguna playita de estresado que estaba nomás. Tener un jefe así pone loco a cualquiera.

    Como siempre sus relatos me dan pie para buscar alguna que otra cosa.....hoy le tocó el turno al efod.

    Abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Esas descripciones son peores que las de "y pepito fue hijo de pepita, quien era hija de pepón...". Gracias por estos adelantos bíblicos que me enseñaron que nunca debería leerla.

    ResponderEliminar
  3. Cómo le gusta el oro a Dios, ¿eh?

    ResponderEliminar
  4. a dios le gusta el oro por que ampara a los reggetoneros?

    ResponderEliminar
  5. Me encantó el titulo! Jjajaj, simplemente genial, y bueno muy loco que Dios le guste tanto el oro.
    Viste volví, pude abrir mi blog, luchando meses con él, le encontré la vuelta

    ResponderEliminar
  6. Dany: El efod es un vestidito. Como un delantalcito de cocina.
    ¡Abrazo y gracias por pasar!

    Ale: Dios... ¿¿¿Cómo un personaje bíblico se va a llamar Pepón???

    Hugo: ¡A full! ¡Le re cabe!

    José Gabriel: ¿Vos decís?

    Camila Dos Santos: ¡Me alegro de que hayas podido resolver lo de tu blog!
    Espero que tu blog se siga portando bien y que hayas vuelto para quedarte.
    ¡Abrazo y gracias por pasar!

    ResponderEliminar
  7. Gracias a tu comentario vine para acá y la pasé muy bien. De a poco voy a recorrer y sobre todo a dejarme evangelizar. Saludos!

    ResponderEliminar
  8. Me gusta leer este blog porque me recuerda la necesidad urgente de leer y releer la Biblia. Supongo que establecer el uso de los calzoncillos en los sacerdotes era (y es) una cuestión vital. Quizás ya desde tiempos inmemoriales tenían problemas para mantenerlos puestos...

    ResponderEliminar
  9. Lola: ¡Bienvenida! ¡Me alegro de que la hayas pasado bien por aquí!
    Déjate evangelizar y el reino de los cielos será tuio, hermana.
    ¡Saludos y gracias por pasar!

    Lorena: No lo había pensado así. Es verdad: el uso de calzoncillos, por parte de los sacerdotes, es vital.
    ¡Bienvenida!
    ¡Saludos y gracias por pasar!

    ResponderEliminar