lunes, 26 de noviembre de 2012

DIOS MATA A LOS HIJOS DE AARÓN

     Levítico, capítulos 9 y 10.

  Aparte de todas las leyes que he expuesto, y otras que expondré más adelante, Dios también da instrucciones muy precisas de cómo ha de rendírsele culto. En estas, así como en las referidas a la construcción de su santuario y a la vestimenta de sus sacerdotes, no deja absolutamente nada librado al azar. El modo en que han de degollarse las reses; lo que ha de hacerse luego con la sangre y las vísceras; qué partes han de comerse los sacerdotes y cuáles no; qué ha de hacerse con las sobras; cuáles han de ser los componentes de los ungüentos e inciensos; cuándo, dónde y por quién han de ser encendidos estos últimos; todo es pautado en detalle. (1)
  Dios no hace diferencia entre error y pecado. De nada cuenta la intención del acto. Por eso, cuando Nadab y Abiú —hijos de Aarón—, en medio de un ritual, encienden espontáneamente incienso de un modo inadecuado, Dios los aniquila con una bola de fuego. (2)
   Luego de esto, la ceremonia no se interrumpe. Moisés sólo manda a los primos de Aarón a que quiten los cadáveres carbonizados de delante del santuario.
   Y dice a Aarón y a Eleazar e Itamar, hermanos de las víctimas:
  —Musa, quédense piolas. No descubráis vuestras cabezas ni rasguéis vuestras vestiduras. No sea que Aquel nos cague matando a todos. (3)

     (1) Éxodo 29:10-41; 30:7-9, 22-38; Levítico 1:1-17; 3:1-17; 4:1-35; 7:1-21
     (2) Levítico 10:1, 2
     (3) Levítico 10:4-6

5 comentarios:

  1. Cada vez me da más intriga lo de las clases de catequesis que te indujeron a la evangelización a través de estos brillantes pasajes, análisis y paráfrasis. Tuve experiencias al respecto. Las contaría acá pero temo que una bola de fuego (no era que el fuego era patrimonio del infierno?) derrita mi teclado.

    ResponderEliminar
  2. YO SABIA LOCO, DIOS ES RUBIO, SUREÑO Y VENGATIVO, que lo pario es pura furia dios, me intriga la vestimenta de los sacerdotes , es como están vestidos en la actualidad.? falsos mozos de cotillón.

    ResponderEliminar
  3. Lola: Respecto a tu intriga sobre mis clases de catequesis, oh, no es bueno que te intrigues demasiado. Si no, corremos el riesgo de que mis anécdotas te decepcionen porque la espera las haya sobrevaluado en tu imaginación.
    ¡Y a mí me intriga saber sobre tus experiencias en el asunto!
    Bueno, yo era un niño muy cuestionador y medio que ponía a mi catequista en apuros, ya te contaré. Y la falta de respuestas coherentes de su parte fue lo que terminó de hacerme descreer en lo que ella pretendía enseñarme.
    Además, tomé mi primera comunión antes de mi primera comunión.
    Además, el marido de mi catequista trabajaba para la SIDE. No es que sea algo raro, en realidad, pero es un detalle a tener en cuenta.
    Y bueno, eso: algún día te contaré... Jajaja.
    El fuego es de Dios, en realidad, hasta que se lo roba Prometeo.
    Pero Dios le presta el fuego a los infiernos.
    O se lo alquila. No sé.

    José: El tema de la vestimenta de los sacerdotes lo encontrás acá: http://carneconalambre.blogspot.com.ar/2012/09/dios-tiene-un-programa-en-utilisima.html
    No, la vestimenta de los sacerdotes era más complicada que la de ahora.

    ResponderEliminar
  4. La entrada es fantástica, y que el marido de tu catequista trabajara para la SIDE, es sublime... (En un segundo, imaginé cientos de situaciones posibles en ese matrimonio)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Me alegro de que te guste!
      Bueno, lo de ese matrimonio es coherente, ¿no te parece? Tanto Dios como la SIDE todo lo ven.
      ¡Abrazo y gracias por pasar!

      Eliminar