—¿Por qué? —pregunto sorprendido.
—Es muy largo de contar… Después te explico.
—Pero me dejás con la intriga… Adelantame algo, por lo menos.
—Bueno… A ver… El otro día me encontré con Ulises. Y me dijo que estaba preocupado por mamá. «Desde que Guillermo la dejó, está llorando todo el día», me dijo. «No habla de otra cosa».
—¿Todavía? —pregunto.
—Sí… —dice Claudio—. Es insoportable.
—¿Entonces?
—Ulises quiere pegarte para que vuelvas con ella.
culiate a vieja por que te hago pego loco.......jua jua jua. que linda postal pusiste de Hugo del carril . en la película de Bettinotti esas cosas me pueden
ResponderEliminarMe mata que Ulises sea tan directo, es imposible de analizar, ni Freud sabría por donde entrarle
ResponderEliminarSu "disociado realismo brutal" (acabo de inventar el concepto) se mueve en la delgada línea entre la estupidez y la genialidad...
ResponderEliminarJosé Gabriel: Pobre mi madre querida.
ResponderEliminarDan: ¿Cómo que no? Si es un inconsciente...
Mateo: ¡Explique su concepto, doctor! Jajaja.
Seh! Ulises es imposible de analizar.
ResponderEliminar¡Larga vida a Ulises!
ResponderEliminar¡Amén!
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