El Cristo sólo hacía milagros para la gente que, a priori, creía en él.
Cuando alguien le pedía:
—Rabbí, dame una prueba para que crea en ti.
Él respondía:
—¡¿Una prueba me pides?! ¡Minga que te la daré, hombre necio de poca fe!
Después no me vengan a decir que no es cierto eso de:
Dios da pan a quien no tiene dientes.
Amén.
Claro, visto así te da pan predigerido.
ResponderEliminarBueno, transferile el reclamo a tu actual affaire...
ResponderEliminar¡Saludos y gracias por pasar!