martes, 22 de marzo de 2011

HISTORIA DE MI PENE (Parte 1)

   ¿Por qué hablar de mi pene?
   ¿Por qué no?
   Es una parte importante de mi persona.
   Lo es de cualquier hombre, claro.
   Pero en mi caso —y en el de otros seguramente también— ha sido un eje importante de conflicto. Y como este ha comenzado siendo un blog de trastornos psicológicos, creo que es una buena idea hablar de mi pene.
   De adolescente, tenía problemas para relacionarme con mujeres. Era un muchacho timorato, de baja autoestima y con falta de confianza en su masculinidad.
   ¿Razones? Varias.
   Psicológicas: madre de alambre, padre débil —mi padre era una buena madre—, padrastro denigrante y cruel.
  Astrológicas (estoy estudiando astrología, de forma autodidacta por ahora —más adelante hablaré más de esto—): Sol en Virgo, Saturno en la casa tres —también en Virgo—, entre otros factores.
   Fisiológicas: mi pene.
   ¿Qué tenía de malo mi pene?
   Fimosis.
   ¿Qué es la fimosis?
   El prepucio demasiado largo y estrecho. El glande no sale a la vista.
   ¿Siempre es traumático para un niño tener fimosis?
   No necesariamente.
   ¿Por qué fue traumático en mi caso?
   Por incompetencia de los tres adultos a cargo.
   La seguimos después.

15 comentarios:

  1. ke grande KABEZON!!!MI PADRE FUE UNA BUENA MADRE...DURISIMO+++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  2. YA KE HABLAMOS DE FREAKEADAS,PASEN Y VEAN ,PASEN Y VEAN ,CUANDO ME IMAGINE A MI VIVO Y A MI MADRE MUERTA++++++++
    PD-GUILLE SI SOY DE TEMPERLEY.SHHHHHHHHH

    ResponderEliminar
  3. Mi padre fue una buena madre es más de lo que puede decir alguna gente que conozco. Hay quien ni eso.
    ¡Gracias por pasar!

    ResponderEliminar
  4. Después de leer esto entiendo por que intentaste anotarte en psicología. La expresividad que debes utilizar en la actuación y en tus dibujos no debe alcanzar para entender tus motivaciones internas. Al menos es uno de los motivos por los que yo me anoté. Otra cosa en común es que tengo muchas historias sobre mi clítoris, pero nunca las escribí en un blog. Tal vez más adelante...cuando haya una nueva revolución sexual femenina y empecemos a admitir que también nos masturbamos. Y mucho!

    ResponderEliminar
  5. Jajaja. En mi caso es un poco más complejo, MeRi. Yo creo que entiendo perfectamente mis motivaciones internas. Pero a veces, con eso solo no basta. Entendés cómo funciona, en teoría, el motor; pero no sabés cómo meterle las manos.
    Pero tal vez, algo de lo que decís había. Y tal vez por eso desistí de hacerlo. Además de que la vieja cara de lagarto era REALMENTE desagradable. Y yo estaba un tanto hipersensible.
    Respecto a tu clítoris, siempre hay una primera vez. Yo puedo decir lo mismo que vos: nunca escribí la historia de mi pene en un blog.
    ¡Y el tiempo es ahora, carajo! ¡La revolución la empieza uno, no la espera!
    Pero bueno, una habla de su clítoris cuando se le canta el idem. Por ahora seguiremos hablando de mi pene. Sentite bienvenida a pasar cuando gustes. Iré actualizando esta historia por entregas.
    Y también te invito a pasar por el otro blog:
    http://www.olarticoncha.blogspot.com
    Novela por entregas. Con algo de trastornos psicológicos también.
    ¡Gracias por pasar!

    ResponderEliminar
  6. Puede ser que a Panchi no le guste asustarse con el basurero, pero encuentra cierta satisfacción en hacerlo ya que forma parte de su rutina diaria. Él podría evitarse el susto si quisiera pero no, siempre está ahi sentado hasta que viene el camión y lo sobresalta.
    Es muy probable que el día que el basurero no pase más a esa hora sienta una angustia existencial.. y se pregunte ¿Quien soy?¿Que hago mirando la ventana a esta hora si no hay nada que llene este espacio vacío en mi vida de gato?

    En fin....eso creo yo.

    ResponderEliminar
  7. Y te cortaron el cuerito al final o no?
    Resulta que mi urologo me dijo que me lo corte porque podría tener fimosis leve o el pene descomunal (la verdad no lo escuche bien), lo que provocaría ciertas lesiones post-sexo/masturbación... Pero, hermano, yo le tengo mucho aprecio a mi prepucio a ésta altura como para decirle adiós...

    ResponderEliminar
  8. ¡Sí, después de mucho tiempo, me cortaron el cuerito! Si lees el resto de la historia, verás lo que fue el arduo camino hasta ese momento.
    Tal vez tengas el pene descomunal Y fimosis leve. Ambas. ¿El urólogo te la chupó? Qué pregunta desubicada la mía. Si así hubiese sido, seguro no me lo contarías.
    ¿Y las lesiones post-sexo/masturbación las tenés o tu urólogo sólo quiere prevenirlas?
    Si ya las tenés, mi recomendación es que te deshagas de ese prepucio cuanto antes. O vas a terminar ligando la experiencia del sexo con la del dolor y vas a terminar más loco que yo...
    ¡Saludos y gracias por pasar!

    ResponderEliminar
  9. jajaja ahora que leo esto muuuuchas cosas tienen sentido! jaja abrazo loko!

    ResponderEliminar
  10. ¡¿Cuáles?! ¡¿Cuáles?! ¡No escondas la mano, Israel!...
    Abrazo grande y gracias por pasar.

    ResponderEliminar
  11. que la entrada que comente en este blog sea justo la de tu pene, va a parecer absolutamente interesado y selectivo jajaa pero voy a decirte, que a mi tambien me gusta la astrología.

    gracias por tus comentarios en el blog.
    ahora voy a leer el otro que me queda de vos :)

    besos

    L.

    ResponderEliminar
  12. Ah, lo que pase entre mi pene y vos es cosa de ustedes. Yo no me meto.
    Bienvenida.
    Abrazo y gracias por pasar por aquí.

    ResponderEliminar
  13. menudo pene tío
    jojo

    ResponderEliminar