Cuando yo era chico, los niños y las niñas lloraban en el cine cuando un cazador mataba de un tiro a la madre del pobre Bambi.
Hoy día, en el patio de comidas del Coto del Tren de la Costa de Libertador —el único lugar en el Universo donde siguen habiendo máquinas de videojuegos, los denominados «fichines»—, padres, junto con sus pequeños hijos y eventualmente también hijas, cagan a tiros a ciervos y ciervas en el Big Buck Hunter.
—¡Maté a tres, papá!
—¡Bien hecho, hijo! ¡Te has ganado una hamburguesa!
—¡Maté a tres, papá!
—¡Bien hecho, hijo! ¡Te has ganado una hamburguesa!
Los tiempos cambian.
¿Quién soy yo? ¿Qué hora es? ¿Dónde estaré?
qué horror.
ResponderEliminarbambi siempre me pone mal.
mi nombre es carolina si la c te parece muy enigmática.
un beso, g.
¿Bambi te pone mal?
ResponderEliminarSe ve que a estos niños también, porque siempre que lo ven en la pantalla, tratan de meterle un balazo entre ceja y ceja.
¡Gracias por pasar!
mal en el sentido de que me causa tristeza, ja.
ResponderEliminargracias por compartir conmigo lo de huxley, me gustó.
un beso, g.
No te preocupes, se entendió que es por tristeza: vos sos de mi generación.
ResponderEliminarEstos niños son hijos de francotiradores.
Me alegro de que te haya gustado lo de Huxley.
Un beso.
Yo nunca vi Bambi.
ResponderEliminarShe: Mmmmhhh... Me parece que sos muy jovencita.
ResponderEliminarPero es desconcertante, sos una de esas jovencitas viejas, como lo era yo: nunca viste Bambi pero escuchas a los Doors...
¡Saludos!