miércoles, 25 de mayo de 2011

MI BISABUELO, RESUCITADO EN CUBA

Yo quería mucho a mi bisabuela. Como fue una mujer longeva y había tenido de muy joven a mi abuela, tuve la suerte de poder compartir lindos momentos con ella desde mi infancia hasta los veinte años.

Mi bisabuela vivía sola en su departamentito. Un día se cayó al piso y no se pudo levantar. Estuvo ahí tirada durante veinticuatro horas hasta que alguien se dio cuenta, creo que el portero del edificio. A partir de ese suceso, ella decidió vender el departamento y pagarse un geriátrico con ese dinero.

A mi bisabuela le había empezado a fallar la cabeza poco antes de internarse. En el geriátrico se le terminó de arruinar. Tal vez su senilidad siguió su curso natural, pero yo creo que ayudó el encierro y el estar en contacto con viejos que estaban peor que ella.

Antes de internarse, había comenzado a hablar con la gente de la televisión. «No se vaya que enseguida volvemos», decía un señor en la pantalla. «Por supuesto, querido. Me quedo acá sentada, quedate tranquilo. Muy amable», contestaba ella. Si mi hermana o yo estábamos con ella en el living, nos hacía saludar a la gente del otro lado del vidrio y nos presentaba. «Estos son mis bisnietos, de los que siempre le hablo tanto, señorita. ¿Vieron qué elegante es esta chica? Bueno, ahora la vamos a dejar hablar que nos tiene que explicar algo.»

Al principio era solo esto. El resto del tiempo, se podía tener con ella una conversación normal. En el geriátrico empezó con lo de mi bisabuelo.

Mi bisabuelo, Esteban, falleció bastante tiempo antes de que yo naciera. En eso, estamos todos de acuerdo.

En una de mis visitas al geriátrico, encontré a mi bisabuela con cara de mal humor.

—¿Cómo estás, abuela? —le pregunté.

—Mal, Guillermito, mal. Me pasó algo muy feo.

Entonces me contó. El día anterior la había visitado mi bisabuelo. Esto no es una historia de fantasmas: mi bisabuelo estaba vivito y coleando, porque lo habían resucitado en Cuba.

—Viste los adelantos tecnológicos en medicina que tienen allá… —me dijo mi bisabuela—. Se llevaron el cuerpo de acá para experimentar, ilegalmente por supuesto, y lo resucitaron. Y no es el único. Ya lo han hecho con gente de todo el mundo. Pero a cambio, te obligan a quedarte a vivir allá y a casarte con alguien de la isla. Así que ahora Esteban es cubano y está casado con una cubana.

—Ajá… —dije, y meneé la cabeza.

—«Bueno, te felicito, Esteban», le dije. «¿Y para qué volviste? ¿Qué querés de mí?» Y el desgraciado me dijo que venía a buscar la parte que le correspondía del departamento…

—Ajá…

—«¡De ninguna manera!», le dije yo. «¡Para la ley argentina estás bien muerto! ¡Así que volvete a Cuba y que te mantenga la puta esa con la que te casaste!»

Dicen que en la Argentina votan hasta los muertos.

En Cuba no se detendrán hasta que todos los muertos del mundo sean comunistas.

8 comentarios:

  1. Mi abuela conoce a una vieja que cuando entrabas a la casa te hacia saludar a las cenizas del marido. Ya que querias un comentario.

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  2. Yo de nuevo. Es que estuve pensando y me hiciste acordar a mi tía Teodolinda. Un día te voy a contar de mi tía Teodolinda. Capaz se hacía abuela de tu bisabuela.
    Seguro.

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  3. Boris: ¡Me encantó lo de la vieja haciéndote saludar a las cenizas del marido!
    Lo más cercano a eso que viví fue ir seguido a una casa en la que un pibe tenía las cenizas de la madre en la mesada de la cocina, escondidas atrás de una lata de galletitas.
    Por suerte, nunca nos equivocamos de recipiente a la hora de tomar mate.
    Recién hace unos años, este hijo ingrato cumplió con el último deseo de su madre y lanzó las cenizas al mar.

    ¿En tu blog vas a subir siempre exclusivamente hardcore punk? No me cabe mucho.
    Me gusta mucho la portada de Die Kreuzen.

    ¡Saludos y gracias por el comentario! ¡Espero no sea el último! ¡Y gracias de nuevo por los comentarios sobre mi novela!

    Frestón: Me alegro de que te haya caído bien mi bisabuela. Yo la quería mucho.

    ¡No me dejes con las ganas! ¡Contame sobre tu tía Teodolinda! ¡¿Cuándo es «un día»?! Someday never comes, como decían los Creedence Clearwater Revival...
    Que capaz tu tía se hacía «abuela» de mi bisabuela, supongo que fue un fursio y que quisiste decir «amiga». Debe ser el amor que te tiene medio despistada.
    Salvo que estés hablando de algo tipo Volver al Futuro o Terminator.

    Juan Carlos: ¡Gracias por el comentario y gracias por pasar!

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  4. Seríamos como primos, creo, esos familiares que vez en los velorios de los viejos de las familias.
    O en las resucitaciones.

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  5. No entiendo la mania esa de tirar las cenizas al mar. Debe ser para darle un toque poetico o algo asi, pero que se yo, dejense de joder. Yo que vos le volcaba las cenizas en el mate al chabon. Por vago, por no tomarse un dia para irse a tirar las cenizas.

    No, bolas (supongo que a esta altura te puedo decir bolas sin que te ofendas), te dije que la idea es "diversificar mas", ponerme a hablar de otro tipo de discos. Igual, seguro que el
    hardcore va a volver de vez en cuando.
    Y aguante la tapa de Die Kreuzen. Despues de ese disco dejaron de hacer hardcore; por ahi te cabe algo de eso.

    Bueno, de nada, entonces. Volvere a comentar por estos pagos si tengo algo para decir. Suerte!

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  6. Frestón: Si tu tía fuese abuela de mi bisabuela, en la única reunión que la podríamos ver, prima, sería en una con un medium de por medio.

    Boris: El chabón de las cenizas no era amigo directo mío. Era amigo de un amigo. Llevó las cenizas al mar recién después de años, cuando mi amigo lo cagó a pedos.
    Mate con cenizas hubiese estado bueno. Total, en el vórtice todo se fusiona.

    Sí, podés decirme bolas, a esta altura del partido tenés permiso.

    Nunca escuché Die Kreuzen.

    Si no tenés nada para decir, comentá igual. Algo así como «Bolas, no tengo nada para comentar: qué post de mierda».
    ¡Suerte para vos también!

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